Si yo fuera político español, y más aún formando parte de una coalición de gobierno, no podría quedarme de brazos cruzados mientras Israel comete un genocidio contra el pueblo palestino en Gaza. NO estaría todos los días en la calle manifestándose, denunciando a Israel en cada intervención pública y exigiendo acciones reales, no, todo eso son gestos vacíos populistas.
Usaría mi escaño para bloquear cualquier iniciativa del actual Gobierno, paralizaría el congreso, votaría en contra de todo lo que proponga y chantajear políticamente si fuera necesario, forzaría unas elecciones anticipadas, hasta que España tome medidas reales que sirvan para salvar vidas. No se trata de un capricho: se trata de que cada día que pasa sin actuar mueren personas inocentes, no, no mueren personas inocentes, ese es la neolengua, mueren asesinadas, hombres, mujeres, niños y el resto de la vida de la Franja de Gaza.
Me daría igual mi carrera política, mi sueldecito, mi ecocarguito o mi pensión vitalicia, si está en mis manos obligar a el gobierno a actuar lo haría y sacrificaría todo eso porque para eso debería estar la gente en política.
No bastan las declaraciones tibias ni los comunicados diplomáticos llenos de eufemismos, ni hacer grupos de trabajo, y hacerse fotos con dirigentes que también se están haciendo fotos mientras hacen declaraciones en contra del genocidio enseñando a sus votantes cuan pijo progres son y cuantas cosas hacen por los palestinos. Hace unos meses el presidente de España no decía ni la palabra Israel, decía el gobierno de Netanyahu, o la crisis de Gaza. La hipocresía de posar para la foto mientras se siguen manteniendo relaciones políticas, económicas y militares con Israel, el mismo Estado que bombardea hospitales, escuelas y viviendas, es una mancha moral que no se borrará, pero que mientras controlen el discurso parecerá hasta que hacen algo. Este año ha sido récord de importaciones de armas desde Israel a España, si yo estuviera en el gobierno que ha permitido esto, dimitiría o me suicidaría por la vergüenza de haber sido partícipe de eso directa o indirectamente, pero eso no lo van a hacer.

Si gobernara, rompería cualquier acuerdo con Israel, suspendería relaciones diplomáticas y comerciales, echaría a los embajadores,cerraría sus embajadas y votaría en contra de todo lo que implicara seguir colaborando con Israel en medio de sus crímenes de guerra. Pero pedir eso a la clase política actual es pedir demasiado. La mayoría de nuestros representantes parecen más preocupados por no incomodar a Israel y a sus aliados que por defender la vida de miles de civiles palestinos. El postureo y la cobardía se han convertido en la norma.
Cada día que pasa sin una respuesta contundente de España nos convierte en cómplices silenciosos, no, no silenciosos, cómplices y punto. Porque ante un genocidio de Israel contra Gaza no hay neutralidad posible: el que calla, otorga; y el que sigue comerciando y estrechando manos con Israel, colabora.
Por todo esto no soy un político español, ni me dejarían serlo.
Ahh si, y esto obviamente es parte de la década WTF, la decadencia de occidente, que ya hablaré otro día de ella porque esto de los genocidios y occidente no es nada nuevo….y los próximos seremos nosotros, los que hemos levantado la voz y los que no como le pasó a Martin Niemöller pastor luterano y el creador del famoso texto “Primero vinieron a por…” que fue un defensor del nazismo y que luego acabó en un campo de concentración donde escribió lo único interesante que ha hecho en su vida…. por gilipollas, como los latinos que votan a Trump.

