Hoy 19 de abril de 2024 nos hemos despertado con la noticia de que Israel ha podido devolver el golpe
militar que Irán proporcionó a Israel el pasado 14 de abril de 2024 con centenares de drones y decenas
de misiles desde Irán. Después del susto inicial, al parecer, ambas partes parecen interesadas en mostrar
que el ataque ha sido muy limitado en el área de Isfahan y que ha sido realizado por drones cuyo origen
no está todavía claro y que Irán afirma haber derribado, al menos en parte.
Aunque los medios occidentales tienden a quedarse en este punto, este ataque fue según los medios
iraníes la respuesta al ataque anterior de Israel, el 1 de abril de 2024, sobre el consulado y embajada de
Irán en Siria, en Damasco, que derribó el edificio, que es claramente territorio iraní, matando a altas
personalidades iraníes que se encontraban dentro. Irán reclamó su derecho a responder sobre un ataque
directo, según el artículo 51 de la Carta de NNUU y estuvo esperando una condena firme de esta
violación de soberanía por parte de Naciones Unidas, que nunca llegó a producirse, por las presiones de
tres de los miembros con derecho de veto en el Consejo de Seguridad.
Este enfrentamiento entre Irán e Israel solo tiene de nuevo que el 1 de abril arrancó la confrontación o
ataque directo de Israel a Irán por primera vez, aunque llevaban muchos años enfrentados a través de
terceros (proxies en terminología inglesa) o mediante operaciones encubiertas.
Irán apoya a Palestina desde la creación del Estado islámico con Jomeini en 1980 y apoya a todas las
milicias que se enfrentan a Israel en su lucha por no desaparecer como pueblo arrasados por el
expansionismo israelí. Lo hace también formando y armando cuadros militares en Líbano, Irak y Siria,
con miembros muy curtidos de su famosa Guardia Revolucionaria Islámica. También lo están haciendo a través de los hutíes de Yemen, a los que han ayudado a enfrentar primero a Arabia Saudita en una guerra de agresión enorme.
Desde que Israel decidió contestar masivamente al ataque de 7 de octubre de la milicia de Hamás a
Israel en el norte de la franja de Gaza, que causo algo más de mil muertos israelíes y unos 200 israelíes
secuestrados y llevados a Gaza, con una operación de exterminio y claramente de genocidio de la
población con la excusa de acabar con Hamás, que sigue su curso a día de hoy, con el visto bueno de
EEUU y también de los países europeos, los hutíes han sido el único pueblo de la zona en intentar
responder a Israelpor su genocidio en Gaza, El mecanismo utilizado es anunciar que cualquier barco
que vaya o venga a o de Israel (generalmente del puerto de Eliat al fondo del Mar Rojo)será derribado.
Lo están haciendo con drones y misiles cuya tecnología es obviamente iraní y con un cierto grado de
éxito, a pesar de que EEUU y varios países occidentales y de la OTAN han organizado una flota para
atacar las bases hutíes y derribar cualquier amenaza a los barcos iraníes; amenaza que luego ha sido
extendida a los barcos de países que luego han decidido atacar a Yemen, en respuesta a su solidaridad
con el pueblo de Palestina.
Por su parte, Israel lleva años atacando a Irán de forma encubierta, como hizo, por ejemplo, con la
introducción del famoso virus Stuxnet, que dañó infraestructuras de alto valor, sobre todo, de la central
nuclear de Bushehr o del complejo nuclear de Natanz, donde los iraníes enriquecen uranio. También lo
ha hecho repetidas veces asesinando científicos iraníes dentro de territorio iraní, que se supone
trabajaban en el área de la energía nuclear.
Estados Unidos, por su parte, lleva años ocasionando graves pérdidas a Irán, mediante bloqueos
sistemáticos, sanciones muy considerables, exclusión de los sistemas de pago internacionales o a veces,
confiscación arbitraria de algún barco iraní, con la excusa de que llevaba armas o cualquier otra excusa,
que Irán ha devuelto en alguna ocasión, secuestrando barcos occidentales, en respuesta
Los iraníes han mostrado una resistencia considerable, desde que Occidente favoreció el ataque iraquí
sobre Iran con Sadam Hussein de tonto útil, ya en 1980, en una guerra que consiguió destruir buena
parte de las infraestructuras de ambos países entonces boyantes por sus riquezas energéticas. Desde
entonces, han sabido progresar por su cuenta y han desarrollado misiles múltiple muy variados y de
diferentes rangos de alcance y potencia,, incluso balísticos o intercontinentales, han sido capaces de
lanzar satélites, disponen de submarinos, de una flota considerable de barcos o lanchas rápidas de
minas submarinas y desde luego de los drones que Rusia ha hecho famosos en su guerra de Ucrania.
Y finalmente, han mostrado que son capaces de enriquecer uranio, mucho más allá de lo que las
necesidades de combustible de uso pacífico necesitan. Casi con seguridad, podrían llegar a enriquecer
uranio hasta el grado militar para hacer su propia bomba.
Sin embargo, en este campo, una fatua del imán Jomeini, ya fallecido, dijo que el arma nuclear no era
acorde con los principios del Islam y que no la producirían. Obviamente los occidentales, encabezados
por EE.UU. No se lo creen y menos que nadie los israelíes (piensa el ladrón que todos son de su
condición) que están obsesionados con que el desarrollo de energía nuclear por parte de Irán, que les
lleve a poseer el arma atómica.
El caso es que según todos los indicios, a día de hoy, en este tira y afloja de intercambios cada vez más
directos y peligrosos entre Israel (con EEUU detrás o delante) e Irán, los primeros cuentan con
armamento atómico y además han amenazado en repetidas veces con utilizarlo sobre Irán y los
segundos, parece que todavía no lo tienen o que han concluido que el arma más poderosa para una
respuesta nuclear, puede no ser nuclear, en el caso de Irán y su estratégica posición en el Golfo Pérsico.
Y a la vista de cómo se están desarrollando los acontecimientos, entre el genocidio en marcha en
Palestina, los choques en el estrecho de Bab El-Mandeb, a la entrada del Mar Rojo frente a la parte de
Yemen controlada por las milicias hutíes y ahora el Golfo Pérsico, parece llegado el momento de volver
a refrescar la delicada situación en la que se encuentra el mundo,sobre todo, si se arrincona y acorrala a
los iraníes sin que estos vean salida alguna a su situación y consideren que ha llegado el momento de
aplicar su propia fórmula de la Destrucción Mutua Asegurada (Mutual Assured Destruction o Mad, por
sus siglas en inglés, que también significa loco).
No solo EEUU y antes la URSS y hoy Rusia tienen la posibilidad de aplicar esta doctrina MAD como
último recurso que todos deben saber que les queda incluso después de un ataque totalmente terminal.
Es que ahora también China y la India o Pakistán, Francia, Reino Unido, Corea del Norte o Israel
también tienen esa opción dramática de apretar el botón del fin del mundo , si se les lleva a esos
extremos. Es el fin del mundo unipolar y el inevitable comienzo del mundo multipolar, que ya ha
advertido Vladimir Putin por lo menos desde antes de su entrada en Ucrania y que los que han tenido la
única sartén por el mando (EEUU y la OTAN con Israel)deben empezar a aceptar por muy doloroso
que les resulte. Hasta aquí el introito.
LOS FRÍOS DATOS
En el 2023 publiqué algunos datos de las estadísticas energéticas de 2022 de BP. Según los cálculos
disponibles, a groso modo, de los 100 millones de barriles diarios (Mbpd) que el mundo producía, unos
85 Mbpd eran petróleo crudo y condensado y el resto eran biocombustibles, ganancias de refinerías,
etc. Pero de toda esa producción, indicaba que solo quedaban libres para la exportación a terceros
países importadores unos 42 Mbpd, ya que el resto lo consumían internamente los propios productores:
Los últimos datos que he he visitado sobre el petróleo que pasa cada día por el Estrecho de Ormuz
varían. He aquí un par de datos con algunas diferencias de la propia Energy Information Administration
(EIA) de los EEUU. Se mueven entre este dato, en el que figuraban unos 20 Mbpd entre petróleo crudo
y refinado:
Y este otro dato de petróleo crudo y condensado. O sea, que nos movemos entre los 17 Mbpd y los 20
Mbpd de todos los productos petrolíferos exportables y que pasan por el crucial punto del Estrecho de
Ormuz. El gráfico o gráficos de abajo, dejan claro los porcentajes aproximados de los países que
exportan desde el Golfo Pérsico pasando por el Estrecho de Ormuz.
Vistos los datos anteriores, parece que caso toda la capacidad exportadora de los países del golfo
Pérrsico pasa por el Estrecho de Ormuz, a pesar del oleoducto de Abqaiq a Yanbu en el Mar Rojo, con
una teórica capacidad exportadora de pocos Mbpd, que no debe estar operando a plena capacidad y que
podría evitar el Estrecho de Ormuz. Otros países que podrían evitar parcialmente sus exportaciones por
Ormuz sonIrak con unos oleoductos hacia el Mediterráneo desde sus yacimientos del norte, que no
parecen pasar por buen momento, Omán, con algún puerto ligeramente fuera del Estrecho y la propia
Iran, que tiene también algún puerto de carga fuera del estrecho de Ormuz. Pero en general, hablar de
17-20 Mbpd pasando por el estrecho clave (choke point en inglés) en 2022-2023 no es descabellado. Y
eso supone entre el 40 y el 42% de todo el petróleo disponible para los países importadores, que somos
la mayoría de los países del mundo.
Aunque el gráfico de arriba da una idea aproximada del porcentaje de los importadores de petróleo, sea
en forma de crudo o condensado o en forma ya refinada, hace dos o tres años (antes de la pandemia)
hice un ejercicio para ver el daño potencial que podría representar el cierre de Ormuz para algunos de
ellos. Este fue el resultado:
Tabla 2. Dependencia de algunos principales importadores de petróleo y porcentaje que representa
para ellos el que les llega desde el Golfo Pérsico por el Estrecho de Ormuz
Pero hay un factor importante y es que el golfo Pérsico también exporta gas, bastante gas.
Si tomamos las cifras de exportaciones de gas de las estadísticas del Energy Institute (anteriormente
BP) de 2023, con datos de 2022, la producción mundial de gas natural fue de 3.941.300 millones de
metros cúbicos de gas anuales (casi cuatro billones de m³ (billones europeos de 10^12)
De ellos, dados los costes y las dificultades de licuarlo y volverlo a hacer gas, unos 542.000 millones
de m³ de gas, es decir, aproximadamente una cuarta parte, se movieron de origen a destino en
gigantescos buques cisterna de gas licuado.
Pues bien, de esa enorme cantidad, también aproximadamente un 20% del gas mundial que está
disponible para exportación por la vía de buques cisterna con gas licuado, pasa por el Estrecho de
Ormuz. En realidad, puede que llegue al 25%, dado que el Energy Institute no incluye en los
movimientos y exportaciones el gas iraní, en razón de los bloqueos y sanciones a los que le somete
Occidente, aunque luego otros países lo estén adquiriendo, al margen de las estadísticas oficiales.
Nótese que este mercado del gas natural ha sufrido una enorme sacudida desde el comienzo de la
guerra en Ucrania, pues todo el gas natural que fluía a precios muy bajos desde Rusia hasta Europa
occidental por gasoducto, ha sido virtualmente eliminado, en su práctica totalidad, lo que ha obligado a
muchos países europeos a cambiar sus fuentes muy rápidamente del gas ruso.
Aunque de nuevo, el cinismo del mercado hace que el gas ruso siga fluyendo a países de la OTAN
como España, que someten a sanciones a Rusia e incluso más que antes, el resto de países europeos no
5han tenido esa facilidad, ya que España dispone de más puertos de regasificación que hacen este
cambio posible, que cualquier país importante del resto de Europa, como Alemania o Francia.
Y desde luego, no hace falta saber mucho de gas para deducir que ese 20-25% del total mundial de gas
extraído, que los importadores del mundo estaban llevando en buques cisterna que pasan por el
estrecho de Ormuz, ha tenido que sufrir un aumento más que probable en el último año. Qatar, siendo
uno de los países claves, que comparte con Irán la mayor bolsa o yacimiento de gas del mundo, justo
debajo del polvorín que son las aguas del Golfo Pérsico.
Así que pensemos racionalmente, qué sería del mundo, si Irán llega a verse acorralado de tal forma y
frente a dos países nucleares amenazantes, como Estados Unidos e Israel, no ve otra salida desesperada
que utilizar la muy poderosa herramienta de cierre completo y total del Estrecho de Ormuz.
Seguramente se entenderá por qué la mayoría de los países del mundo están llamando a la “contención”
y a que el conflicto entre Irán e Israel “no escale”. Llama la atención el enorme porcentaje de petróleo
que consumen países como Japón y Corea del Sur o India y Pakistán que depende de que Ormuz siga
abierto. Cerrar el Estrecho de forma permanente o que Irán se vea forzado a hundir decenas o cientos
de buques petroleros de gran capacidad, puede provocar definitivamente el fin de la era del petróleo y
dejar a Japón tan inerme que quizá ni siquiera tenga energía para mantener sus centrales nucleares
operativas sin que el efecto Fukushima se multiplique por todas ellas.
Es llamativo el silencio de Japón y Corea del Sur,frente a este problema que les hunde en lo más
profundo de su existencia industrial y tecnológica. Y casi lo mismo para India o Pakistán e incluso el
daño que podría producir a China y a Europa es inconmensurable. Y hay silencio en los medios. Espero
que las cancillerías al menos estén que arden. Porque el mundo se hunde, pero quizá algún
descerebrado fanático israelí sea de la opinión del primer terrorista suicida de la historia, un tal Sansón,
que después de hacer muchas maldades y brutalidades a los filisteos de las que se jactaba, como atar
teas ardiendo en la cola de zorros y soltarlos por los trigales filisteos, cuando al fin lo apresan y lo atan
a las columnas del templo, grita “¡Muera yo, con todos los filisteos!” y se inmola.
En este juego mortal, en esta ruleta rusa, los únicos que juegan sin balas en el tambor del revólver son
los Estados Unidos, que hoy es bastante energéticamente autosuficiente, aunque con un futuro muy
oscuro a medio y largo plazo y desde luego, Rusia, que anda sobrada de todo tipo de recursos
energéticos.
Al final, era todo una cuestión de energía, como bien señala Art Berman en su post de hoy.
Al final, era una cuestión de “la especia” del oro negro que mueve nuestro mundo moderno, tal y como
menciona hoy Nate Hagens en su último episodio de “Frankly” titulado “The Strait of Hormuz and “the
Spice”
Ojalá mucha más gente pudiese ver el mundo con estos ojos y despertar antes de que nos vayamos
todos por el precipicio.
Pedro Prieto 19 de abril de 2024