No se como contar o escribir esto teniendo en cuenta que una parte de la historia hablará de la muerte, y bueno es un tema jodido, obviamente cuando alguien muere no es algo de gusto para nadie, ni para el propio afectado por el asunto con lo que hablaré rápidamente del asunto y pasaré a lo que realmente quiero contaros, en fin nos ha dejado Josep Cabayol.
Dicho esto quería escribir este textillo recordándole y recordándome cómo fueron nuestros fugaces encuentros en nuestras líneas vitales y de alguna forma agradecerle, demasiado tarde tal vez, todo lo que hicimos juntos y como, como otras muchas personas que no tenían porqué, me apoyaron en mis cosicas.
Conocí a Pep a finales de 2019, hacía muy poco que había dejado mi función como concejal de pueblo, y me había puesto a escribir cosicas. Un desconocido señor de Alicante que pasaba por aquí y que recién había escrito su primer artículo, El fin de la memoria, o Peak Memory. Este artículo lo empecé a escribir ante la insistencia de Alex, quien me conocía de las redes sociales y me dijo que las cosas que decía tenían que ser articularizadas y enviadas a algún medio, concretamente a la revista 15. Así hice y así acabaron publicando el artículo hasta en su revista en papel y no pasaron más que unas semanas para que al leer el mismo, un tal Pep de Barcelona y que tenía un programa de radio en RN4 y quería llamarme por teléfono y así empezó todo.
En esa primera llamada me dijo que quería entrevistarme, que le había gustado lo que leyó, estuvimos un rato hablando sobre cosas colapsistas y me emplazó a una entrevista por teléfono o presencial, yo que estaba bastante relajado esos días a finales de 2019 pensando que iba a hacer con mi vida dije, nos vemos en Barcelona que total, hay que usar esos aves tan chulos que hay por todo el territorio y que te llevan a las capitales en un ratico (ironía), aparte de que nos han costado un potosí y muchos se han hecho de oro, el Ave de Villena está en medio de ningún sitio, literalmente hay caminos de tierra aún y no puedes aparcar el coche sin pagar, y el coste del TAXI desde Villena hasta la estación del AVE de Villena que está a unos kilómetros de ningún sitio entre viñedos cuesta la mitad de lo que el billete. Y así pillé el ave en Villena, Alicante y acabé en Sans Barcelona en unas horas y justo para la hora de almorzar en la puerta de RN4. Yo iba por las calles de Barcelona como el señor ese del cine que iba con una boina y un bocadillo, disfrutando de la arquitectura, de esos edificios modernos, viendo grandes empresas y sus sedes por todos lados y unas calles peatonalizadas hace poco por el gobierno local. Yo colapsista preguntándome por la energía de hacer todo eso, de lo hipócrita de las grandes ciudades y sus megatorres donde se consumen ingentes cantidades de energía mientras sólo los ricos pueden usar coches por esas calles peatonalizadas. Viendo a esos homo urbanitas haciendo su vida ecofriendly, mientras consumen ingentes cantidades de recursos… de hecho recibo una llamada de Pepe diciéndome que fuésemos a un bar “vegano friendly” que había justo en la esquina del edificio enfrente de RN4.
Era un sitio que intentaba ser chachi guay, con mesas como reutilizadas y sillas de colegio de niños recauchutadas, en un local carísimo en el centro de ese centro de negocios donde daba la impresión de que todo era como falso intentando ser como reciclado pero que olía a nuevo. Lo que podías pedir tenía en sus nombres cosas como, orgánico, ecológico, y cosas así, no podías pedir una Coca Cola, tenían una marca traída desde Bélgica que era decían parecida. Los envases eran de plástico o aluminio pero con formas chachis, y todo tenía cosas verdes, no recuerdo si tenían algo con carne. Sólo hablar de eso ya nos tuvo entretenidos un rato y nos echamos unas risas. De ese bar y otras cosas que me encontré por Barcelona en 2019 salió un artículo llamado Decrecer, la nueva moda en las ciudades y posteriormente “mi famoso” No hagas nada y la saga de el capitalismo vegano. Es decir que ya podemos adelantar que ese paseo por Barcelona inspiró muchísimo el libro Relatos Colapsistas 1. Y así agradeciéndole que entrevistase a alguien que pasaba por allí, que no tenia pedigree ni contactos, acabamos haciendo la entrevista que acabó con una interesante reflexión donde nos preguntamos si la gente dejaría de comer antes que no tener teléfono móvil. La entrevista que me hizo ese día fue esta…
Una vez acabó la entrevista, Josep me había preparado una comida con su amigo Siscu, al que si por un casual está leyendo esto le envío mi mas sentido pésame, compañero de viajes vitales y experiencias de Pep, y fue realmente agradable, ambos profesionales con años de experiencia en el mundo de la radio y la información compartieron conmigo muchísimos temas super interesantes sobre la historia de la radio y la televisión en las últimas décadas, yo por mi aporte aporté mi granito de arena sobre el futuro de la tecnología, los actuales problemas de la misma y Pep escuchó con mucha atención, creo que ese día aprendimos todos mucho.
Unas semanas después me volvió a invitar, todavía no había llegado el apocalipsis del coronavirus, una vez más me apeteció ir a Barcelona a verle. Esta vez teniendo en cuenta que la entrevista iba a ser muy pronto decidí ir allí el día antes y hacer noche en un backpacker cerca de la emisora de Pep. Nunca le pedí que lo hiciera, pero Pep sabiendo que estaba por la ciudad se ofreció a invitarme a cenar y dar un paseo por el centro. Lo que pensaba sería una simple cena se convirtió en horas de buena conversación caminando por el centro de la ciudad. Mientras paseábamos por las estrechas calles del centro, Pep me iba hablando de SICOM, su proyecto de información libre, hablamos de la independencia de Catalunya, que por esa época era un tema muy candente, hablamos de Barcelona, de los políticos, de los partidos, las oligarquías, los temas fluían mientras a nuestro alrededor miles de turistas recorrían las calles del centro y nosotros íbamos pasando por los puntos mas turísticos que Pep no dudaba en explicarme y contarme con cientos de anécdotas y vivencias suyas a lo largo de los años, era Navidad y vimos un belén muy curioso en el centro, y las calles iluminadas con mucha gente y sonidos mientras paseábamos por la catedral y otros sitios embleḿaticos. Recuerdo que le hizo mucha gracia cuando vi algunas zonas llenas de banderas catalanas y le dije, que curioso, me recuerda a Cibeles en Madrid, que por esa época sufría un ataque de españolismo banderil y al igual que la plaza por donde estábamos pasando en ese momento estaba llena de símbolos, dias extraños. Recuerdo esos bares donde íbamos parando yu tomándonos algo y ese restaurante en el casco antiguo al que Josep iba de vez en cuando, muy de señores de otra época donde sirvieron una cena espléndida mientras Pep me preguntaba mil cosas sobre el presente y el futuro de la tecnología y sus peligros. Después de horas paseando por el casco viejo me acompañó de nuevo al hotel y nos despedimos. Al día siguiente esta fue la entrevista, donde conocí a otro gran amigo de Pep, Antonio Vidal, exdirector de RN4 y al que también si por un casual lee este texto le envío mi más sincero pésame un abrazo como a Sescu. Por cierto fue gracioso almorzando después con ellos cuando descubrí que allí no hay ColaCao que hay Cacaolat y te miran raro si pides lo otro, por cierto muy amable ese dia Antonio Vidal por llevarme a la estación y de camino tuvimos otra muy interesante conversación sobre muchas cosas.
2019-12-14
Y así llegó el coronavirus, ya se acabaron las entrevistas en persona, pero seguíamos en contacto, Josep acabó en nuestro grupo privado de colapsistas, donde durante años estuvo compartiendo noticias y opiniones.
2020-05-22
Me iba llamando cuando tenía algún hueco para que contase cómo iba el colapso tecnológico mientras el tiempo pasaba y la gente empezaba otra vez a salir del confinamiento y los microchips empezaban a escasear.
2021-03-10
2021-04-10
https://www.felixmoreno.com/es/index/192_40_entrevista_en_rn4el_agua_y_los_microchips_20210410.html
Yo seguía con lo mío, escribiendo más y más artículos y mis libros iban saliendo a papaelm en unos años muy productivos y sin ser nadie, alguien empezó a conocerme, y algún librillo iba vendiendo y de vez en cuando hablábamos por teléfono y compartimos opiniones sobre lo que iba pasando en el mundo…intercalando entrevistas en alguno de los programas.
Y algún programa de TV de la zona donde Josep tenía amigos me entrevistó y el tiempo fué pasando. Yo empecé a entrevistar junto a Sonia en mi programa SIN ANESTESIA a un grupo de personas cuya lista hice hace mucho tiempo dónde estaba Josep. Poco a poco fuí entrevistando a todos hasta que llegó el penúltimo de la lista que fué Pedro Prieto y ya para acabar sólo faltaba el. La entrevista iba a ser al estilo SIN ANESTESIA, para que Pep nos contase su punto de vista desde el mundo de la información y el periodismo, por desgracia no pudo ser, pero demos gracias que no paró de escribir hasta el último día y literalmente unos dias o horas antes de que nos dejara escribió y le publicaron su último artículo donde habla justamente de esas cosas dejando un mensaje en nuestro grupo “se que no suelo dejar este tipo de cosas por aquí pero por si os interesa”.
https://catalunyaplural.cat/es/el-gran-riesgo-de-negar-o-manipular-la-evidencia/
Me preguntaba a menudo mi opinión por privado de los artículos que publicaba, yo era muy crítico porque pensaba que si realmente me pedía la opinión era porque quería saberla no para que le adulase. También hacía lo mismo con los documentales de SICOM TV, me pasaba enlaces a los mismos antes de que fuesen públicos y me pedía opinión. Recuerdo cuando me pasó el de Descendents, como siempre le presté mucha atención y yo que entre otras cosas soy apasionado de los documentales y el cine le dije que enhorabuena, que por si no lo sabía tenía una obra de arte del género, que habían hecho un gran trabajo y que seguro tendría una gran repercusión. Y así fue, no tardó en ser galardonado y el mismo fué proyectado en muchos sitios.
Por cierto cuando hablamos de Sicom mientras caminábamos por la ciudad en 2019 le dije que una de mis manías es guardar archivo de los canales de youtube que tienen contenido de calidad, que lo hacía con muy pocos canales y que estaba haciendo un backup de su canal de Sicom porque ya antes del documental de Descendents me parećia que estaban haciendo una gran labor de periodismo que merecía ser preservada.
Poco después me envió el enlace al nuevo que hizo sobre el cambio climático, fue en la época en la que el delta del Ebro se inundó y grandes de la comunicación de “mi gremio”, hablan sobre el cambio climático y energía. Como siempre quería mi opinión sincera y le dije, está muy bien pero me sigo quedando con el de Descendents, que el listón estaba ya demasiado alto, creo que después del esfuerzo que había supuesto no le hizo mucha gracia, pero respetó mi opinión y me siguió pidiendola otras muchas veces.
Yo no sabía nada de su enfermedad, o al menos nada que me hiciera pensar que era tan grave, no obstante Antonio Turiel me informó del asunto hace poco en un encuentro que tuvimos en Alicante, lo que me preocupó mucho y tal vez explicaba lo que os cuento a continuación. Los últimos meses intercambiamos varios mensajes donde él me decía que quería llamarme y hablar un poco de todo, no para una entrevista sólo por charlar, yo por desgracia en vez de decirle que sí que me llamase inmediatamente le decía que cuando tenía un hueco para hacerle una buena entrevista, que íbamos a acabar la temporada de SIN ANESTESIA con él, y así, el me decia q hoy no podía… mañana y yo le decía que mañana no, pasado hasta que llegó el momento de su despedida que nunca pudo ser. Por eso he escrito este texto y quiero desde aquí despedirme de Josep y mandarle un abrazo donde quiera que esté o estuvo y a su familia.
Un abrazo y buen camino. Felix
